Ahora 1 año y 8 meses después, la gran productora ha afirmado que los juguetes más famosos del mundo volverán a la gran pantalla en 2017.

Con esto no pongo en duda la capacidad de los creadores de estos juguetes de hacer una maravillosa cuarta película, pero creo que hay que saber parar a tiempo. La apuesta puede salir muy bien o regular. Puede que vuelva a ser una obra maestra o que nos deje con un mal sabor de boca.
Partiendo de que soy poco partidaria de alargar mucho las películas haciendo demasiadas partes, pienso que esto puede hacer perder el encanto del maravilloso final que tuvo Toy Story 3. Esa imagen de Andy dejando sus juguetes antes de irse a la universidad, la forma en que se despide de ellos, es un momento mágico, lleno de sentimientos fue un perfecto final para poner fin a una maravillosa y éxitosa producción que nos devolvió a todos a la niñez.
Aún así, cuando Toy Story 4 llegue a la gran pantalla seré la primera en acudir a las salas de cine para verla.
P.D. Sonríe, no cuesta nada
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